¿Qué beneficios tiene nuestra propuesta?
Mejor salud física
La práctica deportiva ayuda a mejorar la salud física, fortaleciendo el sistema inmunológico y reduciendo el riesgo de efectos secundarios en el tratamiento.
Mejor salud emocional
El deporte proporciona un alivio del estrés, mejora el estado de ánimo y la autoestima, ayudando a los jóvenes a hacer frente a los desafíos emocionales del cáncer.
Mayor resiliencia
El deporte ayuda a desarrollar la resiliencia y la determinación, dotando a los jóvenes con herramientas para enfrentar las adversidades con valentía.
Los niños y adolescentes que se enfrentan al cáncer, pasan la mayor parte de su tiempo en el hospital; tanto, que se convierte en su nuevo hogar. Esto dificulta la relación que estos jóvenes tienen con el resto, perjudicando su habilidad social, capacidad de interacción entre otros. Realizar los entrenamientos o competiciones junto a niños y niñas de otros centros y colegios puede ser algo realmente beneficioso. En primer lugar, se desarrolla la habilidad de ejercicio físico; esto tiene un impacto positivo en la evolución y recuperación del cáncer, haciendo que esta sea más rápida y amena. En segundo lugar, se fortalecen las habilidades y relaciones sociales; los pacientes tienen la oportunidad de relacionarse con otros jóvenes de su edad u otros jóvenes en situaciones similares, influyendo favorablemente en su estado de ánimo e incluso su autoestima. Hacer amistades y tener contacto con personas en una situación semejante puede ser provechoso y ayudar en el proceso de batalla contra el cáncer, fortaleciendo los ámbitos emocionales. Además, ayuda en la mejora de confianza en uno mismo, proporciona alivio espiritual y puede intervenir de manera eficiente en el valor o la firmeza que uno tiene.